lunes, 13 de julio de 2015

No hay alcohol o agua capaz de sanar a este perturbado.

Vive la tortura continua de no sentirse correcto por ninguna parte. Sed...Sed...Sed...

Dice que vuelven las voces. Las extrañas. Las amadas voces. Voces...Voces...Voces...

¡Sácialo a GRITOS! ¡Haz compañía a las voces! Gritos...Gritos...Gritos...

Clavos de oscurecidad soledad. Espero que eso te llene, perturbado. Eso y las horribles pero amadas voces.

¡QUÉ BESEN TU SED, QUE TU LES RESPONDERÁS CON GRITOS!

Las voces tu única ayuda, perturbado.  ¡Gritale! ¡Gritale! ¡Gritale! Que se una a las voces...

Dice que no callan las voces. ¿ Por qué no callas, perturbado? No calla... No calla... No calla...

Nunca calla, porque la locura endulza su soledad. Las voces no lo dejaran jamás solo. Siempre esperan su respuesta. Respuesta...Respuesta...Respuesta... 

Las voces le odian y le aman. Nunca le dejarán solo.


¿Quién no quisiera estar loco para no volver a sentir soledad?